101 razones para comer orgánico: #1 alimentos libres de pesticidas

#1 alimentos libres de pesticidas

Qué son los pesticidas y cómo nos afecta su consumo.

Cuando queremos alimentarnos en forma saludable, en nuestra dieta cobran gran protagonismo las frutas y verduras. Pero si prestamos atención al proceso de cultivo de la mayoría de estos alimentos, encontraremos que fueron víctima de fumigaciones con pesticidas. Al saber esto, es inevitable que nos surjan preguntas sobre sus repercusiones en nuestra salud y el medio ambiente.

El pesticida es una sustancia creada con el fin de controlar a una plaga (microorganismos, plantas no deseadas o animales) que puede destruir parcial o totalmente la cosecha. La agricultura industrial en nuestro país posee un modelo de producción con una alta dependencia de pesticidas. Estos se utilizan en gran cantidad y llegan a unos 40 millones de litros por año, lo que representa un consumo estimativo de un litro de veneno por cada habitante.

La agricultura industrial en nuestro país posee un modelo de producción con una alta dependencia de pesticidas.

Hay cuatro categorías importantes de toxicidad: cancerígenos, neurotoxinas, toxinas que afectan el sistema reproductor o el desarrollo, y aquellas que afectan el sistema endocrino. Algunos de ellos son bioacumulativos, es decir que el cuerpo los recibe y no los expulsa, permaneciendo para siempre en el tejido.

Los químicos aprobados varían en cada país. La Organización No Gubernamental (ONG) BIOS sospechaba del no cumplimiento de las normas vigentes y llevó adelante un procedimiento que relata Silvana Buján, periodista científico ambiental y miembro de la Asociación Civil para la Defensa del Ambiente.

“Fuimos con una escribana a comprar verduras al Mercado Central y de allí a un laboratorio con cadena de custodia. Analizamos 5 variedades de verduras, y 3 de ellas tenían una cantidad de químicos fuera de la norma. Varios miembros de BIOS decidimos ver de qué se trataba exactamente y nos pegamos un susto muy grande cuando al hacernos un análisis [(de sangre)] encontramos que teníamos varias de las sustancias pertenecientes a las 4 grandes familias de agrotóxicos que se usan en Argentina”.

La Asamblea Malvinas Lucha por la Vida y la Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam), motivadas por denuncias vecinales, realizaron análisis a adultos y niños de la localidad Malvinas Argentinas, que arrojaron la presencia de sustancias tóxicas en sangre en el 70% por ciento de los casos.

Los pesticidas llegan a nosotros al permanecer en los alimentos, – incluso aún después de ser lavados,- y también afectan a los trabajadores que los aplican, a los habitantes de las zonas linderas y a la flora y fauna del lugar.

Para agravar algo más la situación, una investigación realizada por técnicos del Instituto Nacional de Tecnología e Investigación (INTI) conjuntamente con varios hospitales en maternidades del conurbano bonaerense, detectó en la leche materna de las mujeres analizadas valores de plaguicidas superiores a los del Código Alimentario Argentino en un 15% por ciento de las muestras. Los residuos de pesticidas podrían causar trastornos en la salud de los lactantes generando, entre otros, un inadecuado desarrollo, enfermedades en la niñez y adultez,; situaciones que en definitiva afectan la calidad de vida del niño y de su familia.

Científicos del Conicet y la Universidad Nacional del Litoral presentaron un estudio en el que probaron que existían malformaciones en ejemplares de especies nativas, principalmente por la presencia del herbicida glifosato. El informe sobre la respuesta de los animales a los agrotóxicos dejó en evidencia que los cócteles químicos con que se rocían los campos de Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires no son tan inofensivos como deberían.

 

Agricultura orgánica

Con toda esta información nos preguntamos entonces, qué podemos comer y existe una alternativa, que es la agricultura orgánica.

La gran diferencia de los alimentos orgánicos frente a los convencionales es que se encuentran libres de cualquier residuos químicos, ya que la certificación orgánica requiere un riguroso programa de control tanto de la materia prima como del producto final elaborado, en donde se certifica que no se usaron sustancias tóxicas, entre otros requisitos. Éste procedimiento es realizado por empresas independientes implementando que implementan protocolos internacionalmente aprobados y unificados.

Actualmente se cultivan bajo la normativa orgánica una gran variedad de frutas y verduras, con lo cual tenemos la posibilidad de acceder a la mayoría de lo que consumimos en versión orgánica.

Es una buena manera de proteger nuestra salud y la del agricultor. Si volvemos al origen, nada mejor que llenar de vitalidad a nuestro cuerpo con alimentos extraídos directamente de la tierra, sin venenos contra plagas ni químicos que se queden con nosotros para siempre.