¿Qué Sal elegir para un plato saludable?

La sal es un ingrediente esencial para la vida, sin el cual el organismo perdería su calidad funcional. Pero ¿porqué se ha convertido en nuestro tóxico diario?

Debemos tener en cuenta que existen muchas variedades de sal según el lugar de procedencia y procesamiento. Es importante conocer qué tipo de sal es beneficiosas para la salud y cuál puede intoxicar nuestro organismo.

La sal es muy buena en cantidades necesarias y no debemos abusar de ningún tipo de sal. Por lo cual veremos que el problema no es la sal, sino los procesos industriales a los que se la somete para comercializarla, resultando en una diferencia enorme entre sal de mesa refinada y la sal natural.

Sal refinada

La sal procesada (sal de mesa) ha sufrido una refinación industrial para obtener cloruro de sodio puro. Este proceso se hace uso de altas temperaturas y este calor excesivo altera radicalmente la estructura de la sal.

Luego, a través de varios procesos de limpieza y purificación, las sustancias químicas que se utilizan para blanquear la sal, eliminan de ella todos los oligoelementos y los minerales beneficiosos para nuestro organismo.

Finalmente, para eliminar la humedad de esta sal procesada se le agregan aditivos químicos peligrosos y otros compuestos refinados, como una suplementación artificial de grandes cantidades de yoduro de potasio y fluoruros que el cuerpo no puede metabolizar.

El consumo principal de sal refinada proviene de los alimentos industrializados.

Debemos tener en cuenta que hoy en día nos vemos expuestos a la inadvertida presencia de variadas formas de sodio en los alimentos industrializados de uso corriente. Un ejemplo es el pan común, que suele aportar 1,3% de sal, o sea unos 500mg de sodio por cada 100g de un producto que se consume en grandes cantidades. Si tenemos en cuenta que la Organización Mundial de la Salud recomienda que las personas adultas no superen los 6 gramos de sal al día (2,4 gramos de sodio), vemos que solo 500g diarios de pan bastan para superar dicho valor. Por esto es que para una alimentación más saludable es necesario evitar alimentos envasados y procesados. Debemos estar atentos ya que también la industria alimentaria la incorporó como aditivo preservante, y por ejemplo el yogurt, que podemos pensar que no entra en esta categoría, contiene cloruro de sodio, no como saborizante sino como conservante.

La sal refinada prácticamente no tiene ningún beneficio para el cuerpo. Por el contrario, es responsable de causar numerosos problemas de salud, incluyendo los cálculos biliares. La única sal que el cuerpo puede digerir, asimilar y utilizar de manera apropiada es la sal marina sin procesar o refinar y la sal de roca.

Extracto del libro de Andres Moritz, “La limpieza hepática y de la vesícula”, pág. 156.

Alternativas nutritivas

El mercado de la alimentación natural ofrece diferentes opciones de sal nutritiva como alternativa a la refinada sal blanca de mesa. Te vas a dar cuenta que si utilizas estos tipos de sales, vas a necesitar menor cantidad y el sabor de las comidas mejora considerablemente.

Sal Marina

Sal marina en escamas

La sal marina se obtiene por evaporación del agua del mar. Contiene, además de cloruro de sodio, minerales de origen natural incluyendo cloruro magnésico, silicio, fósforo y vanadio. Se obtiene sin ningún tipo de proceso que altere su naturaleza y composición química original.

Sal de roca

Sal rosada del Himalaya

Esta sal es extraída de yacimientos minerales de antiguos océanos desaparecidos hace millones de años. Los depósitos de sal de roca se explotan mediante técnicas mineras y en los casos en que esa sal es suficientemente pura, es posible utilizarla sin necesidad de purificarla.

Entre las sales de roca conocidas se encuentra la Sal del Himalaya, extraída de depósitos fósiles de la cordillera del Himalaya y tiene un característico color rosado. Ésta es una de las sales más puras disponibles, al no estar contaminada con ninguna toxina o contaminante. Esta sal, además de cloruro de sodio aporta 81 minerales biológicamente activos y fácilmente asimilables por las células.