Alimentación en personas con diabetes
La Diabetes es una enfermedad frecuente en todo el mundo, pero sobre todo en los países industrializados. Puede derivar complicaciones tanto agudas como crónicas, si no se controla adecuadamente.
Su nombre científico es diabetes mellitus. Es una enfermedad crónica que se manifiesta por un aumento de los niveles de azúcar (glucosa) en sangrepor encima de los considerados normales (hiperglucemia).
El causante de este transtorno es el páncreas, órgano que se encuentra situado en la parte izquierda del abdomen y cuya principal función es la producción de una hormona llamada insulina. Esta sustancia, la insulina, es la encargada de hacer llegar a las células la glucosa que circula en la sangre y que, a su vez, es la base energética necesaria para llevar a cabo los procesos vitales de nuestro organismo.
Si el páncreas no produce insulina o produce menos cantidad de la necesaria, la glucosa, en lugar de penetrar en las células se queda circulando en la sangre, aumentando así los niveles o produciendo una hiperglucemia.
Tipos de diabetes:
Diabetes tipo I o juvenil, suele aparecer de una forma brusca durante la infancia, la adolescencia o la juventud. Presenta una rápida y progresiva pérdida de la capacidad del páncreas para segregar insulina, por lo que desde su diagnóstico empieza a tratarse con la administración externa de insulina.
Diabetes tipo II o del adulto, acostumbra a manifestarse pasados los 40 años. Puede pasar desapercibida durante algún tiempo, ya que no presenta unas manifestaciones tan bruscas. Va asociada con mucha frecuencia a la obesidad, el sedentarismo, la hipertensión, etc. El tratamiento no acostumbra a requerir, en un principio, insulina. Suele tratarse inicialmente sólo con la modificación de algunos hábitos dietéticos relacionados con la ingesta de azúcares y el reparto de las comidas, y en ocasiones también con unos fármacos llamados hipoglucemiantes orales.
Existen otros tipos de diabetes que se manifiestan por una elevación temporal de los niveles de glucosa en sangre, como son la diabetes gestacional (de la embarazada) y la diabetes secundaria, asociada a alguna enfermedad, intervención quirúrgica o tratamiento farmacológico. En estas situaciones, una vez desaparecida la causa, se suele recuperar la normalidad glucémica.
La alimentación en personas con diabetes
La alimentación recomendada a la persona con diabetes ha sido, tradicionalmente, un prototipo de «régimen» muy restrictivo, generalmente a base de un primer plato de verdura cocida, un segundo de carne o pescado a la plancha y una manzana de postre. Es evidente que éste era un planteamiento monótono, con pocas opciones de variación y con una gran cantidad de alimentos y técnicas culinarias prohibidas, que no ha facilitado en absoluto el seguimiento de las propuestas dietéticas y que incluso ha podido, en ocasiones, desencadenar ciertos procesos de malnutrición.
La alimentación es uno de los aspectos más importantes en la terapéutica de la diabetes, incluso en algunos casos es la única intervención necesaria. Por otro lado, hay que recordar que «comer», para el ser humano, es algo más que nutrirse. No comemos sólo para aumentar nuestra reserva energética, proteica, lipídica…, sino también para proporcionarnos placer, luchar contra determinadas ansiedades, facilitar la convivencia, etc.
Hay que dar tiempo al paciente y motivarlo para que, poco a poco, vaya introduciendo y asimilando las nuevas propuestasLa propuesta dietética, así como el proceso de aprendizaje y de adaptación, debe plantearse «sin prisa pero sin pausa». Hay que dar tiempo al paciente y motivarlo para que, poco a poco, vaya introduciendo y asimilando las nuevas propuestas, teniendo en cuenta que, probablemente, estamos interfiriendo unos hábitos iniciados ya desde la infancia y heredados de la familia y del entorno.
Objetivos de la propuesta alimentaria en el tratamiento de la diabetes
El objetivo principal de la propuesta dietética para las personas con Diabetes mellitus es, al igual que para el resto de la población, conseguir un estado nutricional óptimo, evitando tanto excesos como situaciones carenciales en cualquiera de las situaciones que se producen a lo largo de la vida (infancia, adolescencia, embarazo, lactancia, edad avanzada…).
Además, en el tratamiento dietético se plantea también:
- Controlar los niveles de azúcar en sangre, evitando en lo posible las amplias oscilaciones glucémicas, comiendo de forma sana y haciendo actividad física.
- Reducir el consumo de grasas de origen animal, asociadas a complicaciones vasculares.
- Prevenir y tratar los problemas agudos así como las complicaciones tardías motivadas por la enfermedad.
- Facilitar la modificación de determinados hábitos alimentarios.